Educación dualLos programas de educación dual ha recibido mucha publicidad ultimamente, tal vez porque los países donde este sistema ha estado establecido por siglos están entre los países con los más altos niveles de calidad en mano de obra y al mismo tiempo, tasas de desempleo relativamente bajas entre los más jóvenes. En Suiza, Alemania y Austria, la educación dual es la norma. Sólamente el 30% de los jóvenes suizos van directamente a la Universidad, el restante 70% aprenden un oficio a través de "programas oficiales de aprendizaje". La educación dual dura entre dos y cuatro años en dependencia de las exigencias del oficio: mientras que un mecánico de autos o un dibujante de arquitectura tienen que estudiar por cuatro años, el personal de ventas sólo 2. Los albañiles, como la mayoría de los oficios de construcción, tienen que aprobar un curso de 3 años.

La clave del sistema es la siguiente: durante la mayor parte de la semana se trabaja bajo condiciones reales, se aprende a hacer el trabajo y se recibe un salario modesto. Pero también está la parte de escolarización, usualmente un día por semana, donde se enseñan las bases teóricas acerca de su oficio, lo que permite preparar a los estudiantes de una manera holística. Una vez que han pasado su práctica final y los exámenes prácticos, los estudiantes tienen todas las habilidades para entrar al mercado laboral, equipados con su diploma y buenos conocimientos básicos. Después, muchos de los graduados pueden mejorar sus conocimientos en escuelas especializadas o en universidades técninas. Este es un sistema muy bien establecido que beneficia a los pequeños empresarios así como a grandes firmas puesto que tienen un constante flujo de jóvenes bien preparados en administración, contabilidad, mecánica, carpintería, entre otros.

No es fácil transformar el sistema en sociedades donde hay poco respeto por los artesanos hábiles. En la mayor parte de los países, toda la educación va a través del sistema escolar formal y los oficios son menospreciados. Muchos empresarios no tienen el tino de apoyar esta clase de programas pues no están al tanto de los beneficios a mediano y largo plazo. Los albañiles, mecánicos de autos y muchos otros artesanos aprenden en el camino a través de prueba y error. Esto es extremadamente caro para una sociedad, puesto que el uso incorrecto de materiales de construcción debilita las viviendas y las hace más caras y menos eficientes. Es el dueño de la casa (o el del auto) el que paga por los errores.

En el año 2005, EcoSur inició en Nicaragua un programa de educación dual para constructores, usando los programas propios de vivienda como base. En conjunto con la escuela técnica de Jinotepe, cada año se gradúan alrededor de diez constructores profesionales. La mayor parte de ellos encontraron trabajo en la construcción o iniciaron un negocio por su cuenta. Por ejemplo, SofoNic ha re-contratado a muchos de ellos como maestros albañiles para los programas de reconstrucción en Haití.