Una generación nueva con ideas orgánicas
En
su día, ERPE había recibido en propiedad unas tierras de labranza cerca
de Riobamba, si bien nunca las había utilizado de manera continuada. En
1991, tras un experimento de un año, la granja se transformó por
completo en orgánica. ERPE emitió programas sobre agricultura orgánica
y presentó entrevistas con campesinos locales que habían reconvertido
sus granjas.
Pérez empezó a ofrecer cursos de agricultura
orgánica en las instalaciones de la granja como alternativa a los
edificios de la ciudad. Explica que, antes de creer en ello: "Los
indígenas tenían que ver lo que estábamos haciendo". El primer año hubo
un puñado de campesinos locales curiosos, pero en años sucesivos fueron
Ya cientos los oyentes de ERPE que pasaron a visitar las instalaciones
de la granja. Muchos de ellos estaban dispuestos a contemplar la
implantación de cultivos orgánicos. Sin embargo, necesitaban ayuda
técnica in situ. Los dos agricultores que ERPE tenía a plena dedicación
estaban demasiado ocupados para actuar como consejeros itinerantes, y
el resto del personal sabía de radio pero apenas nada de agricultura.
Así pues, Pérez contrató técnicos agrícolas o maestros para visitar las
granjas, ofrecer información y apoyo y proporcionar semillas orgánicas.
El retorno de un cultivo autóctono La quinoa es la única planta que ofrece una fuente completa de proteínas. La Organización Mundial de la Salud la considera equivalente a la leche por la calidad de su proteína. Es originaria del altiplano andino, región que en la actualidad incluye Perú, Bolivia y Ecuador (son todavía los centros mundiales de quinoa, a pesar de qque se ha cultivado en los Estados Unidos y Canadá). La quinoa crece muy bien a grandes altitudes, por encima de los 3,000 metros en lugares donde no prospera ningún otro cultivo alimenticio. Los pueblos indígenas del Imperio Inca se alimentaron durante siglos con la quinoa, a la que denominaban su grano madre sagrado. Cuenta Rebecca Wood en su libro "The Splendid Grain" (El grano magnífico), cómo la siembra se llevaba a cabo en una ceremonia en la que el soberano plantaba la primera semilla con una espada de oro, símbolo de su rango. Los españoles prohibieron la quinoa, acaso porque temían que proporcionara fuerza a los Incas. En cualquier caso, prefirieron cultivar cebada con el fin de que sus ejércitos invasores pudieran beber cerveza. Se conservaron algunos cultivos del grano prohibido en las zonas más altas de las montañas, entre ellas la región en torno a Riobamba, que se encuentra en buena parte a 3,000 metros de altitud. Sin embargo, los grupos indígenas y mestizos adoptaron los hábitos alimenticios de los españoles, basados en pan y arroz (que aprendieron a mezclar con habichuelas autóctonas para mejorar la proteína), y a principios de 1990 eran pocas las familias que cultivaban quinoa. Por qué el Premio Slow Food La emisora de radio sigue siendo su principal herramienta. En la actualidad, ERPE emite programas regulares sobre medicina natural, salud preventiva y reproductora, y sobre come luchar contra la malnutrición. Përez afirma que, el 74 por ciento de los hijos de su millón de oyentes padecen los efectos de una alimentación inadecuada. La quinoa que los campesinos conservan para su propio uso está contribuyendo a pallarla. La agenda crece sin cesar y Pérez sigue buscando más ayuda para llevarla a cabo. No obstante, ERPE ya he restablecido un sustento y un cultivo autóctono para un pueblo amenazado por la pérdida de ambos, y continúe trabajando para asegurar la salud y el futuro de sus tierras y de sus familias. |