En Diciembre del año 2006 se realizó una evaluación intermedia de un proyecto sumamente interesante en Cuba. Les presentamos un resumen de este trabajo, que es una muestra de creatividad en el tema de soluciones integrales a un grupo de necesidades sociales, ambientales y financieras. Los evaluadores quedaron asombrados ante la diversidad de acciones, bien coordinadas, aunque dirigidas de forma descentralizada.
Hacia finales del año 2005 comenzó este proyecto financiado por la COSUDE e implementado por un grupo de instituciones liderada por el Centro de Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales, CIDEM. La primera fase se prevé que concluya en diciembre del 2007. Este proyecto contempla acciones para organizar una "economía del bambú" en Cuba, partiendo de implementar un programa de reforestación, y de buscar una explotación sostenible del recurso creado, particularmente en labores relacionadas con la producción de materiales y la construcción de viviendas.
La sustentabilidad de
la acción
En los aspectos
ecológicos el proyecto esta sentando bases sólidas.
La reforestación con bambú es más que una simple
suma de hectáreas de bosque (se han sembrado 1,100 hectáreas
en poco más que un año), ya que se usa bambú de
preferencia en las riberas de los ríos donde tiene las
funciones adicionales de conservación de suelos y mitigación
de desastres. La gran mayoría de los productos elaborados con
bambú se manejan dentro de una economía local,
minimizando transporte y en muchos casos, sustituyendo productos con
una cantidad de energía incorporada mucho mayor.
En los aspectos económicos el proyecto presenta enormes oportunidades. El cultivo de bambú es rentable a corto. Varios productos de bambú como muebles, útiles del hogar y elementos decorativos tienen una demanda enorme a todos los niveles y garantizan un mercado interesante para los productores y los compradores; a la vez, son una contribución económica relevante a nivel macro. El uso del bambú en soportes para techos y en otros elementos constructivos puede agilizar el cumplimiento de los planes de construcción, y sobre todo, de renovación del hábitat en el área rural y semiurbana.
La aceptación social de muebles de bambú, así como de otros elementos, como esteras, mamparas, canastas y elementos decorativos resulta buena, y los pocos productores en este momento no pueden satisfacer la demanda existente. No obstante, se quiere dejar claro que el proyecto no recomienda la construcción de paredes de bambú ni mucho menos tratar de solucionar casas enteras con bambú.
El impacto de la
reforestación
Se está creando la
base para una sostenibilidad en la cosecha de bambú que a
nivel local significará un impacto considerable en la
existencia de materia prima para múltiples actividades, tanto
a nivel estatal, como a nivel de actividades por esfuerzo propio. Las
1,200 a 1,400 hectáreas de bambú del proyecto
(incluyendo un probable sobrecumplimiento) producirán a partir
del año 2010 unas 800 mil varas de bambú, subiendo
paulatinamente a una cosecha de aproximada de 1 millón 400 mil
varas anuales a partir del año 2013.
El valor de las varas cosechadas se puede calcular conservadoramente en 5 millones de pesos. Existe el potencial para crear varios cientos de puestos de trabajo sustentables en las tres dimensiones del término (social, ecológico, económico). Es importante destacar que estas actividades se pueden desarrollar con poca necesidad de moneda libremente convertible, ya que la cadena de producción es local en su mayor parte. Solamente una parte del producto final (muebles, artesanías) será transportado a los centros, la mayor parte será de consumo local, incluyendo varas para soportería de techos, cercos, cujes de tabaco, naves agropecuarias, cajas de acopio etc. Se destaca que una parte considerable de los puestos de trabajo creados son idóneos para mujeres.
Los problemas que se pueden visualizar en este momento son en primer lugar las incógnitas sobre los temas de secado y preservación de la madera, así como la disponibilidad de aglomerantes para hacer madera prensada. Por tal razón, se recomienda intensificar la investigación aplicada y concentrar la producción de materiales en las áreas dónde la tecnología se domina.
El bambú como
material de construcción
La soportería del
techo es uno de los elementos más críticos en la cadena
de construcción, y el bambú resulta un material bueno y
aceptado para esto. Priorizar las varas idóneas para soportes,
es un apoyo considerable no solamente para la construcción
nueva, sino sobre todo para la reconstrucción después
de huracanes y la renovación regular de viviendas. La
existencia de bambú en el territorio permite a los ciudadanos
hacer estas reparaciones y los recambios con esfuerzo propio en
muchos casos.
Paneles de bambú para divisiones internas, esteras para cielo raso, tableros para puertas interiores y elementos rústicos para la construcción de una veranda son otros usos apropiados. No obstante, el bambú en las paredes exteriores generalmente no es apropiado por problemas de durabilidad, de costos y de aceptación social.
El proyecto está desarrollando la fabricación de este tipo de elementos en distintos talleres, aunque hasta la fecha no se tienen resultados satisfactorios.
Otro elemento de suma importancia es el uso de los desperdicios de bambú y de otras biomasas para fabricar "bloques sólidos combustibles", los cuales sustituyen una parte de la leña en la producción de ladrillos de cerámica, el producto preferido para paredes. En varias cooperativas están utilizando estas briquetas en la quema de ladrillos.
Muebles de bambú
Se ha observado que la
carpintería de bambú en muebles es una actividad
interesante. Dado que con el bambú no se valen clavos y
tornillos, hay que trabajar con exactitud y haciendo uniones con
espiches del mismo material. Las sillas y taburetes de bambú
son fuertes y presentables, y salen sumamente económicas.
Existen diseños populares, pero también unas líneas
de muebles de presentación y aún con cojines de cuero.
Estantes, mesas, libreros y mesas de noche son los elementos que más
se producen ahora. Se pueden también hacer armarios y puertas
internas, utilizando esteras tejidas como tableros.
Lo interesante es que estos muebles tienen una alta demanda local, y en este momento no necesitan de inversiones en el mercadeo. No obstante, se tiene que poner más énfasis en la curación del bambú, para evitar que la polilla destruya los muebles en corto tiempo.
Artesanías
En un principio el equipo
de evaluadores no le dio mucha importancia a los trabajos de
artesanía. Pero una vez que se conoció la amplia gama
de trabajos, cambió la apreciación, y poco a poco se
llegó a una concepción más amplia de la
vivienda: el hogar. Un hogar no consiste solamente en paredes y
techo, también necesita muebles y decoraciones. El ser humano
quiere embellecer su morada, quiere decorar su sala y su cuarto, y
las decoraciones tradicionales poco a poco están siendo
sustituidas por artículos de fabricación masiva. En
este sentido, los trabajos de bambú pueden tener un impacto
considerable, dándole nueva vida a la creación
artística artesanal, máxime cuando estos ornamentos
salen sumamente económicos, pero a la vez reportan buenos
ingresos a sus creadores.
En resumen, reforestando con bambú, de conjunto con un plan consciente de la utilización racional de la madera, es un proyecto sumamente interesante. El bambú crece rápido, reporta beneficios, sobre todo en las orillas de los ríos, es buena materia prima para muebles, artesanías y ciertos elementos de construcción. Pero cuidado, tiene una vida limitada, su curación contra insectos resulta muy problemática, y tampoco debe de usarse en elementos de carga donde no se puede supervisar con facilidad que no esté infectado.