En marzo de 2008 se reunieron en Bayamo, ciudad al este de Cuba, productores, académicos, científicos, empresarios, reforestadores y campesinos, con el objetivo de celebrar un minicongreso del bambú, donde se pudieran presentar y analizar los resultados del trabajo ejecutado en el país desde finales del 2004, a través del proyecto Bambú-Biomasa, financiado por la Agencia Suiza de Cooperación, COSUDE.

La exposición de muebles de bambú realizada de forma paralela se convirtió, de hecho, en un foro paralelo para el intercambio de experiencias. Los expositores mostraron orgullosos sus mejores resultados en muebles clásicos y en valiosos objetos de artesanía. Se aprovechó esta ocasión para el lanzamiento de un licor (vino) producido a partir del bambú.

Los más de 25 trabajos evidenciaron que esta etapa ha sido muy
fructífera en experiencias y logros. Allí se discutieron temas de gran
incidencia en el proyecto, tales como la selección de especies, la
necesidad de un procedimiento confiable de curado y protección contra
insectos, los resultados en la búsqueda de un adhesivo nacional para la
fabricación de tableros, la transferencia de tecnología para el
doblado, así como la modelación matemática de las propiedades
físico-mecánicas de tableros de bambú. Todos ellos tendrán continuidad
en la segunda fase del proyecto, que ya comenzó en mayo de este año.
Los participantes realizaron una visita a los campos en el sur de la
provincia Granma, donde la Empresa Forestal Integral de Manzanillo ha
sembrado más de 600 ha de bambú, en suelos que habían sido desechados
por su alta salinidad. La producción se ha organizado en pequeñas
granjas forestales, donde el granjero habita con su familia, atiende la
plantación y gana en función de sus resultados. Esta experiencia ha
demostrado la pertinencia e importancia de usar al bambú en los
programas de reforestación, y los excelentes dividendos que reporta su
empleo.
Cada uno de los participantes regresó a casa con una carpeta virtual llena de ideas y de proyectos a realizar.