Aurelia Chávez, campesina, empieza a gesticular cuando se acuerda del desastre que sufrió su familia, al igual que muchas otras familias, cuando El huracán “Joan” (Octubre 1988) devastó grandes partes de Nicaragua. El río se llevo la humilde choza de su esposo y de sus once hijos, quedándose en la calle, sin nada. Sin embargo, este mismo desastre fue el inicio de una vida mejor.
Grupo Sofonías, con una larga experiencia en construcciones de viviendas, se juntó con los damnificados para realizar un asentamiento nuevo y seguro. La ONG italiana “COSPE” financió los materiales de construcción para 30 casas. Todos los campesinos afectados eran miembros de una cooperativa que decidió empezar desde cero para levantarse de nuevo. Se definió un área de construcción segura y cada familia integrante del proyecto se comprometió a colaborar según los acuerdos tomados. El proyecto incluyó una escuela, un centro comunal y un pozo de agua potable.
Mirando hacia atrás, Aurelia y su hermana menor, Concepción, se acuerdan del inicio de la obra. Era mucho trabajo pero también un gran paso a una vida mejor. Las mujeres preparaban por turnos las comidas para sus esposos, los doce albañiles y el maestro de obra. Los campesinos trabajaron como ayudantes de albañiles, transportaron los materiales de construcción en sus carretas de bueyes, excavaron los huecos de las letrinas y construyeron las cocinas. El trabajo conjunto los transformó en un grupo fuerte y solidario.
Hoy, veinte años más tarde, todas las 30 viviendas todavía son propiedad de las familias originales. Sin embargo, la casita original de una sala y dos cuartos, a menudo ha cambiado significativamente. Con el crecimiento de la familia se anexaron dormitorios, salas y bodegas como en la casa de doña Aurelia, donde hoy en día viven más de treinta personas.
De los 50 miembros iniciales del proyecto, hoy son 250 personas. No obstante, la situación económica de los habitantes es preocupante. La mayoría de los padres de familias, muchos hijos e hijas se ven obligados a buscar su vida fuera del país. Trabajan en Costa Rica, en los campos de caña de azúcar o las mujeres de empleada de hogar. Pero también Costa Rica se enfrenta con dificultades económicas, cada día menos “Nicas” encuentran trabajo allá.
Pero también hay muchas historias positivas en “La Pintada”: Concepción, la hermana de Aurelia, sólo tiene tres hijos. Su esposo, el hijo mayor y la hija trabajan en Costa Rica. El hijo menor estudia ciencias farmacéuticas gracias a una beca, él es el orgullo de toda su familia. Concepción dice, que sin el drama del huracán no hubieron tenido la suerte de vivir en una casa con energía eléctrica, agua potable y un refrigerador. La escuela secundaria con su biblioteca y su sala de cómputo facilita a los alumnos una buena educación.
Y esa buena formación puede ser la llave para dar otro paso a una vida más digna.
El pozo de agua, entonces y ahora
Nandaime, Nicaragua
Grupo Sofonías es una asociación sin fines de lucro, coordina trabajo en desarrollo en construcción, ciencia y producción. Fomenta la utilización de materiales ecológica y económicamente sostenibles. Se dedica a la formación de técnicos en construcción.
La Red EcoSur, dirigida por Grupo Sofonías, conecta centros de proyectos, empresas de carácter social, institutos universitarios y personas independientes en varios países. EcoSur publica informaciones sobre tecnologías y materiales ecológicos y económicos para el hábitat y apoya con asesorías y consultarías al publico in teresado
SofoNic es una ONG nicaraguense con más que 30 años de experiencia en el sector de la construcción con tecnologías y materiales sostenibles. Ha construido varios cientos de casas y cerca de 400 aulas de clases en más de 100 escuelas rurales. Sofonic es miembro ejecutivo en la red EcoSur.