EcoSur Ladrillos Trabajo Infantil

En el pueblo de Chambo, en la provincia de Chimborazo, Ecuador, más de 300 familias viven y sobreviven de la producción artesanal de ladrillos. En muchos de los casos, toda la familia trabaja desde las 3 de la mañana preparando el barro que será luego "labrado" y quemado.

Los niños desde muy pequeños e incluso desde el vientre de la madre, participan en las tareas más sencillas en los hornos artesanales: Voltear los ladrillos para que se sequen, lavar y limpiar las herramientas, preparar el piso donde se colocarán los ladrillos... tareas que inicialmente pueden ser consideradas un juego pero que sin embargo convierten a los más pequeños, niños, niñas y adolescentes, irremediablemente, en mano de obra barata, muchas veces explotada sin remuneración ni recompensa.

Red EcoSur desarrolló un molino mezclador de lodo que ahorra hasta el 80% del trabajo de preparar la arcilla con el agua y el aserrín. Con este ahorro de tiempo, el operario adulto se puede dedicar tiempo completo al trabajo de hacer los ladrillos y evitar el uso de la mano de obra infantil en la cadena productiva.

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En convenio con el Patronato del Consejo Provincial de Chimborazo, la Fundación Telefónica - Movistar y Red EcoSur, se entregarán 15 molinos a familias de escasos recursos en Chambo. Los beneficiarios han sido identificados y se prevé que cada molino sirva para dos familias de manera que la inversión al menos duplique el número de beneficiarios. Dicho convenio se firma dentro del programa de erradicación del trabajo infantil – Proniño de Fundación Telefónica - Movistar, el cual se ejecuta desde hace 13 años en Ecuador y en 12 países de Latinoamérica.

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De izquierda a derecha: Ma. Augusta Proaño, directora de Fundación Telefónica, Dagmar Thiel, vicepresidenta de Fundación Telefónica, Mariano Curicama, prefecto de Chimborazo, Narcisa Curicama, directora del Patronato y Paul Moreno, director Ejecutivo de Red EcoSur

Con estas pequeñas innovaciones a la cadena productiva, el pequeño artesano se vuelve más eficiente, se reduce su fatiga y los niños, niñas y adolescentes pueden dedicar su tiempo y sus energías al estudio, principal arma para mejorar el futuro.