Entre los problemas principales presentes en la región se encuentran la sequía y los suelos infértiles o cansados, las deficientes estructuras viales, altos costos de los insumos y bajos precios de los productos. Esto, unido a los pocos recursos con que cuentan los productores, propicia el uso inadecuado de dichos insumos o la realización discontinua de las prácticas, por lo que se mantienen bajos los niveles de productividad y rentabilidad. Otros inconvenientes son la alta incidencia de plagas y enfermedades y la escasez de alimentos para el ganado durante la época de seca 

Entre los problemas de carácter tecnológico, uno de los que tiene mayor incidencia es la destrucción de los recursos naturales (vegetación, suelos y agua, que han deteriorado también el clima). Por otro lado, los manejos inadecuados de los fertilizantes y pesticidas, o la realización discontinua de prácticas (manejo de malezas, plagas y enfermedades, vacunaciones, desparasitaciones, e inadecuadas formas de almacenamiento) hacen que los costos en que incurren sean inútiles al no tener la efectividad de su uso correcto. Ello conlleva al aumento de los costos, pero no a la consecución de mejores rendimientos ni mucho menos a mayor rentabilidad.

Otro factor negativo es la falta de organización campesina para la formación de verdaderos líderes que sean puente de comunicación y facilitadores de la gestión de los grupos organizados a nivel comunitario.

Por otra parte, la insuficiencia de ingresos en las fincas no permite al pequeño productor acceder al crédito. La productividad en los renglones tradicionales, la poca capacidad de almacenamiento, los elevados costos de producción y transporte, el corto periodo de precipitaciones y el desigual intercambio comercial, se traducen en una casi total iliquidez económica y un bajo nivel de vida, que no han permitido, entre otras cosas, las inversiones de capital físico en las fincas y la dotación de los recursos humanos.